Cuento: Bubu

 

BUBU

Autor: Paola Montaño

Había una vez en un pueblo muy, pero muy lejano, un gatito llamado Bubu. Un pequeño muy obediente e inteligente. Él vivía con su papá en una diminuta casa, tenían lo suficiente para estar juntos y vivir cómodamente.

Sin embargo, tiempo después hubo una crisis en el pueblo donde resultaron afectados económicamente. Don gato tenia que trabajar por muchas horas para tener algo de dinero y conseguir comida para su pequeño Bubu. Como era viudo, tuvo la necesidad de llevarlo al trabajo para cuidarlo y asegurarse de que estaba bien.

Era tan difícil la situación, que a los años Bubu ayudaba en el trabajo llevando costales a camiones y hacía sencillas tareas para ganar unas cuantas monedas extras. Él no se quejaba en nada, le gustaba lo que hacia y cada día aprendía algo nuevo.

Fue hasta que un día vio a un grupo de su edad, lucir sus uniformes e ir a jugar a un parque que estaba afuera de su escuela, todos eran amigos y se encontraban tan felices que Bubu quiso unirse. Pero fue rechazado al ver lo sucio que estaba y porque no estudiaba con ellos. El pequeño gatito, triste por su respuesta, no insistió y fue al taller de Sunoo, un conejo carpintero, donde era su gran asistente y pasaba su tiempo libre para ver como trabajaba.

Al volver a casa, durante la cena, le pregunto Bubu a su papá:

            — ¿Por qué no voy a estudiar a una escuela como el resto?

Don gato, sorprendido por su pregunta, contesto:

      — No todos tienen la oportunidad de estudiar, apenas con lo que gano podemos sobrevivir. Es difícil cubrir los gastos en educación, por eso siempre que te de libros debes leerlos y hacer las actividades, para que también aprendas y cualquier duda que tengas, yo te ayudare.

Bubu luego de eso, tuvo el gran sueño de estudiar en una escuela. Vestir con uniforme, tener amigos, aprender nuevas cosas y más, pero no creía que fuera posible, solamente era su sueño.

Un día, durante las fiestas del pueblo, se desató una fuerte tormenta. El gatito estaba en el taller con Sunoo y no podría volver con su papá hasta cuando disminuyera la lluvia.

Un fuerte ruido llamó su atención. Al asomarse a la ventana, notó como Tonton, uno de los niños que estudiaban, se encontraba sobre una roca en medio del arroyo que se había hecho por la lluvia y le era difícil cruzar para seguir su camino. El resto de su familia y amigos no sabían que hacer, sus brazos eran cortos y parecía que la lluvia nunca iba a terminar. El arroyo iba creciendo cada vez más y en ese lugar no había señal para pedir ayuda.

Fue cuando Bubu quiso echarles una mano. Le pidió a Sunoo una de las tablas de madera más resistentes para usarla como puente como lo hacían en el trabajo de su papá, al ser larga llegaría hasta donde estaba él y podría estar con su familia.

Cuando el cachorro vio quien era y que trataba de hacer, se negó aceptar su ayuda, creía que el pequeño gatito era tonto porque no iba a clases como el resto y tenia mucho miedo de caer al arroyo. En cuanto el agua toco sus patitas, se resbalaba fácilmente, así que cruzo el puente que habían hecho para llegar con el resto.

Cuando fueron recibidos en el taller del conejito y esperaron que la tormenta disminuyera, Bubu entendió que él no era torpe a lado de Tontón y sus amigos, él sabía cosas porque aprendía de diferentes formas y él que no estudiara no lo hacía menos que el resto.

Luego de unas horas, la lluvia había parado. El perrito solo había conseguido un pequeño resfriado y le había pedido disculpas a Bubu por como lo había tratado antes y sí podían ser amigos, donde el gatito acepto con gusto. La familia de Tonton estaban agradecidos por haber salvado a su hijo, que lo apoyaron con los gastos de su educación e hicieron su sueño en realidad, que era el estudiar y superarse cada día más.